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Trastorno Bipolar

El Trastorno Bipolar es una enfermedad caracterizada por episodios depresivos y episodios de elevación, llamados maniacos. Es bastante frecuente, afectando del 1 al 5% de la población. 

Preguntas frecuentes

Trastorno Bipolar

El Trastorno Bipolar (TBP) es un padecimiento caracterizado por alteraciones marcadas en el estado de ánimo,  con episodios de elevación llamados manía (o hipomanía cuando son menos severos) y episodios depresivos.

¿Cuáles son las causas?

Es multifactorial, lo cual quiere decir que muchos factores diferentes están implicados en su causa: tanto factores biológicos (como los genes, las hormonas etc) como factores sociales (como la crianza, el estrés en la infancia, situaciones estresantes a los largo de la vida…) están implicados.

Sabemos que el componente genético, es decir de la herencia, de la información con la cual se nace, es muy importante en esta enfermedad por varias razones:

  • Es más probable que encontremos a varios miembros de la familia afectados de lo que se esperaría para la población general
  • Si un hermano gemelo está afectado, es mucho más probable que el otro también lo esté (existe entre un 60 y 80% de probabilidad)
  • En estudios de gemelos que fueron adoptados por diferentes padres, el riesgo de que uno tenga trastorno bipolar si el otro lo tiene es igual de alto que si vivieron con los mismos padres.

Sin embargo aún no se ha encontrado un gen específico causante de este padecimiento. Se piensa que existe un conjunto de genes implicados, y que diferentes combinaciones de alteraciones genéticas pueden dar origen a una misma sintomatología.

Otros factores biológicos implicados en el desarrollo del trastorno bipolar son los relacionados al funcionamiento del cerebro, en especial las áreas del cerebro implicadas en la regulación de las emociones.

Se han encontrado cambios estructurales (es decir en la arquitectura del cerebro), cambios en la química del cerebro y cambios en la comunicación entre diferentes partes del cerebro.

Ahora se sabe que el cerebro de una persona con TBP tiene varias diferencias con respecto al de una persona que no padece esta enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas son mejor explicados separándolos en los que se presentan en episodios depresivos y los que se presentan en episodios de manía, si bien algunos de los síntomas pueden estar presentes en ambos episodios. Característicamente, los síntomas son de 3 tipos: los que afectan la forma de sentir de la persona, los que afectan su forma de pensar y los que afectan su comportamiento. Estos últimos suelen ser más fácilmente detectados por los familiares y amigos cercanos que conocen bien a la persona afecta, y muchas veces la persona que lo padece no se da cuenta de estos cambios, o piensa que no son tan marcados.

Episodios depresivos

Pensamientos

Dificultad con la concentración y la memoria

Las cosas están mal y no van a mejorar

Dificultad para tomar decisiones

Pensar que a los otros no les importa cuando en realidad es probable que sí

Pensamientos frecuentes de muerte o suicidas

Paranoia: las personas tienen un complot en su contra

Preocupaciones irreales de que ud es mala/o o inútil

Alucinaciones: voces o visiones irreales

Pensamientos acerca de problemas que la depresión causó en el pasado

Sentimientos

Sentirse inútil

Sentirse culpable sin causa

Sentirse triste sin causa

Irritable

No sentirse suficientemente bien a pesar de que pasen buenas cosas

Menor energía

Cambios en el apetito

Comportamiento

Caminar de un lado a otro, intranquilidad

Dificultad para dormirse o dormir demasiado

Dificultad para iniciar o terminar proyectos

Mantenerse lejos de las personas

Detener el trabajo habitual o actividades habituales

Pelear sin una buena razón

Llorar frecuentemente con pocas o sin razón

Preparar un plan para suicidarse

 

Episodios maniacos

Pensamientos

Dificultad con la concentración y la memoria

Pensamientos más religiosos

Pensamientos de tener poderes especiales

Pensamientos acelerados

El resto del mundo va en cámara lenta

Pasar de una idea a otra rápidamente

Paranoia: la gente está en su contra

Preocupaciones irreales de que es ud inútil o malvado

Alucinaciones: voces o visiones irreales

Pensamientos de suicidio

Sentimientos

Sentirse “elevado”, completamente optimista, eufórico

Sentirse deprimido

Mayor energía

Sentirse impaciente, irritable

Sentimientos que cambian rápidamente

Sentimientos de ser anormalmente confiado o invulnerable

Actitud “sabelotodo”

Comportamiento

Habla rápida, fuerte.

Poco sueño

Más sociable, dando más consejos

Mayor impulso sexual

Haciendo más proyectos

Ponerse metas que no son realistas

Gasto de dinero de forma más impulsiva

Involucrarse en actividades peligrosas

¿Cómo se trata?

Este trastorno requiere de tratamiento farmacológico en todos los casos y durante toda la vida. No se cura, únicamente se controla. Los fármacos son el pilar del tratamiento, sin embargo existen muchas intervenciones psicosociales que ayudan de forma sustancial.

  • Tratamiento con Fármacos

Los fármacos utilizados en el TBP son de muchos tipos y tienen funciones diferentes. Los PRINCIPALES son los llamados ESTABILIZADORES DEL ESTADO DE ÁNIMO. Lo que logran estos fármacos es sacar de la depresión o la manía a las personas y prevenir nuevas recaídas.

Adicionalmente se llegan a necesitar, normalmente por periodos cortos de tiempo, medicamentos que ayudan a dormir, que ayudan a controlar la ansiedad, o que ayudan con otros síntomas acompañantes.

Los prototipos de esta clase de fármacos son el Carbonato de Litio y el Valproato de Mg o semisódico. Otros fármacos han demostrado tener una capacidad similar a la de estos dos fármacos para tratar los episodios agudos y prevenir recaídas.

Encontrarás más información acerca de fármacos específicos en el apartado de TRATAMIENTOS.

  • Tratamientos no farmacológicos

La psicoterapia puede ayudar mucho. Existen muchos tipos de psicoterapia: Cognitivo-Conductual, Gestalt, Psiconalítica, de Familiar, Interpersonal…

Las terapias que han demostrado ser particularmente útiles son las de tipo Cognitivo y las terapias de Familia.

Además, otro tipo de tratamiento no farmacológico es la psicoeducación: enseñar a la persona acerca del padecimiento que tiene, los principales desencadenantes, y las cosas que puede hacer para mejorarlo. Es un término muy amplio, pero existen talleres estructurados en donde se enseña a la persona acerca del TBP y estrategias para afrontarlo.

¿Cuál es el pronóstico?

El TBP no se cura, y se tiene toda la vida, pero se puede llegar a controlar muy bien.

No todos las personas con TBP son iguales, y no todas tienen la misma severidad de la enfermedad, tal y como ocurre en otras enfermedades crónicas como la Diabetes o la presión alta: hay personas que se controlan con un solo fármaco y hay personas que necesitan varios, y además requieren de apoyo de psicoterapia. Sin embargo, cuando se logra responder a un tratamiento y se mantiene un buen apego al mismo (es decir no dejar de tomarlo, no olvidar las dosis…), las recaídas se disminuyen mucho en intensidad y en frecuencia, de forma que en la mayoría de los casos deja de ser un impedimento el tener TBP para realizar una vida plena, con las obligaciones de cualquier otra persona.

¿En dónde puedo encontrar mayor información?

Existen varios libros dirigidos a las personas son este trastorno y sus familiares. Aquí dejamos algunos ejemplos que pueden ser de utilidad: