Trastorno por déficit de atención
e hiperactividad (TDAH)

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo (así se ha clasificado recientemente), lo que quiere decir que el cerebro está desarrolla de forma atípica, lo que se traduce después en problemas para mantener la atención, para controlar los impulsos y para controlar el nivel de actividad. Estos problemas se reflejan en el deterioro de la voluntad del niño o adolescente o de su capacidad para controlar su conducta, para mantener en su mente las metas y contemplar consecuencias futuras.

Muchas veces escucho cosas como “ahora todos los niños tienen TDAH”, y no es así. La verdad es que, afortunadamente, cada día la información es más fácil de obtener, y, por tanto, más niños que antes no eran diagnosticados, ahora son tratados a tiempo. Por lo pronto, te puedo decir que, a nivel mundial, de cada 100 niños en edad escolar, 5 presentan TDAH, y la mayoría de estos casos continuarán sintomáticos en la adolescencia y adultez. Aunque puede presentarse en ambos sexos, el TDAH se presenta con mayor frecuencia en hombres, con diferencias de hasta 3 a 5 hombres por 1 mujer.

Ahora, el reconocer el TDAH no debería tener una implicación negativa, por el contrario, los estudios demuestran que cuando no se reconoce ni se trata el TDAH, los niños y adolescentes pueden crecer con sentimientos de fracaso en todos los ámbitos de su vida, tener otras enfermedades psiquiátricas como ansiedad, depresión y problemas de conducta. Hasta la tercera parte de los niños no tratados llegan a reprobar algún año escolar, la mitad tienen problemas con sus compañeros y amigos, y el 3% dejan sus estudios antes de la preparatoria.

Las causas del TDAH aún son múltiples, ya que influyen diversos factores, todos juntos interactúan para que se desarrolle. Algunos factores importantes son:

Factores genéticos. ¿Sabe si usted o algún familiar tiene TDAH? Se ha encontrado que un tercio de personas con TDAH tienen un familiar con el trastorno.

Factores neuroquímicos. Algunos estudios muestran que ciertos químicos que las neuronas usan para comunicarse entre ellas, en los pacientes con TDAH no están bien. En especial, han sido identificados dos neurotransmisores: la dopamina y la noradrenalina en las áreas cerebrales involucradas que son: la corteza prefrontal, los núcleos basales del cerebro y el cerebelo.

Factores psicosociales. Técnicas educativas inapropiadas como falta de reglas, límites inconsistentes o falta de acuerdo entre los padres si bien no son la causa de los síntomas, sí pueden hacer que los síntomas sean más graves o que persistan por más tiempo.

Entonces creo que ya entendimos porqué es importante reconocer el TDAH, sin embargo, nos queda todavía una duda grande ¿Cómo se diagnostica el TDAH? Para poder diagnosticarlo es importante saber que, como la mayor parte de los diagnostico en psiquiatría, este diagnóstico se hace con la clínica, y lo sospechamos cuando los comportamientos más comunes: la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad, son más frecuentes y graves que en niños y adolescentes de la misma edad con un desarrollo normal. Además, el niño, debe presentar por lo menos 6 o más de los siguientes síntomas por lo menos durante 6 meses.

Cuando platico con familiares, existe una pregunta muy frecuente ¿Cómo saber si mi hijo tiene TDAH o sólo es muy inquieto? Muchas veces los padres de familia se encuentran con esta confusión. Para esto es importante hacer una reflexión: si las conductas de tu niño aparecieron desde que era pequeñito (antes de 12 años) aunque en ese momento no le causaran malestar, si tu hijo tiene mayores quejas de su conducta que otros niños y además si éstas conductas se presentan en diferentes situaciones, como en la escuela, casa, y con sus amigos y afectan sus habilidades para cumplir con éxito aquello que se le exige para su edad, lo más probable es que sea TDAH.

En la siguiente tabla enumeraré los síntomas del TDAH, divididos según las áreas de inatención y de hiperactividad/impulsividad:

Síntomas de Inatención	Síntomas de Inatención/Hiperactividad.
Frecuentemente comete errores por descuido en sus actividades	Frecuentemente se mueve dentro de su asiento
Dificultad para sostener su atención en juegos o tareas	Frecuentemente deja su asiento en situaciones donde se espera que permanezca sentado
Parece no escuchar cuando se le habla directamente	Frecuentemente corre o se trepa en lugares o situaciones inapropiadas
Falla siguiendo instrucciones o al terminar tareas.	Se le dificulta involucrarse en actividades lúdicas de forma silenciosa
Dificultad para organizar tareas y actividades	Frecuentemente se encuentra “en marcha”, como si tuviera un motor interno.
Frecuentemente evita o le disgusta realizar actividades que requieren un esfuerzo mental sostenido.	Frecuentemente habla en exceso.
Frecuentemente pierde objetos necesarios para su actividades	Frecuentemente se adelanta a las respuestas, antes de que terminen de preguntarle.
Frecuentemente se distrae con estímulos externos	Frecuentemente tiene dificultad esperando su turno
Frecuentemente es olvidadizo con sus actividades diarios	Frecuentemente interrumpe a otros.

¿Marcaste más de 6 en alguna de las columnas? Es probable que efectivamente estemos tratando un caso de TDAH.

Muchas veces recibo en mi consultorio personas que están molestas porque al haberles hecho el diagnóstico, no se les realizó ningún otro estudio. Si bien, aquí es importante repetirte, aun NO existe un método diagnóstico de laboratorio o de gabinete que haya demostrado ser mejor que la clínica para el diagnóstico de TDAH. Al hacer el diagnóstico, lo que sí es necesario tener es:

Una historia clínica completa
Valoración clínica psicopatológica realizada por un especialista.

Otras técnicas complementarias no diagnósticas que cada especialista determinará si son o no necesarias son:

• Electroencefalograma
• Electrocardiograma
• Resonancia magnética
• Tomografía
• Estudios genéticos
• Estudios Neuropsicológicos

Las pruebas neuropsicológicas son importantes para detectar si tiene compromiso en algunas funciones cerebrales y para saber si tiene problemas de aprendizaje.

Por último, me gustaría que supieras que El electroencefalograma no hace el diagnóstico de TDAH ni es un estudio obligado. El EEG es un estudio muy útil para otros problemas neurológicos, sin embargo, en cuestión de TDAH, no es indicativo de nada.

Debido a que son muy diversos y crónicos los problemas conductuales asociados al TDAH, se requiere la implementación de una gran variedad de tratamientos. Es necesaria la intervención de profesionales de distintas disciplinas como: psiquiatras, psicólogos y maestros. Cada uno aporta su experiencia para abordar problemas específicos.

Actualmente los tratamientos más efectivos están enfocados en reducir los síntomas. Como la mayoría de los tratamientos en medicina, los tratamientos para el TDAH son prolongados y sólo controlan y disminuyen los síntomas, no curan.

Lo ideal siempre es que lo profesionales estemos en comunicación constante con los maestros, ya que se requieren intervenciones periódicas para guiar al maestro. Además, el tratamiento también toma en cuenta a la familia, para que sepan estrategias para aminorar los síntomas.

Existen 3 medicamentos en México aprobados para el tratamiento del TDAH de primera elección (metilfenidato, lisdexanfetamina y atomoxetina). El tratamiento farmacológico sigue siendo la forma más efectiva de tratar el TDAH; de cada 10 niños que toman tratamiento farmacológico, más de 7 mejoran considerablemente.

Los medicamentos contra el TDAH no son drogas adictivas Existen diferentes medicamentos, por lo tanto, el médico es el que le debe indicar cuál es el más apropiado para el adolescente, al igual que la dosis.

Los medicamentos para el TDAH tienen efectos colaterales, como cualquier otro medicamento, esto quiere decir que pueden provocar cambios negativos o efectos indeseados en el niño o adolescente. Los principales son:

• Pérdida de apetito
• Insomnio
• Dolor de cabeza
• Irritabilidad
• Ansiedad
• Dolor de estómago

Si puedes ver, el medicamento va a reducir los síntomas del TDAH, sin embargo, es necesario continuar estrategias en casa y en la escuela para fomentar una mejor conducta y mejorar las estrategias de organización.

El ejercicio es una de las medidas más importantes para lograr un mejor control de la sintomatología: disminuir la hiperactividad, fomentar la organización y la inclusión de rutinas y favorecer el desarrollo cerebral.

En cuanto a la alimentación, no existe una dieta específica en los niños con TDAH. Sin embargo, si tú notas que tu hijo empeora al ingerir ciertos alimentos, conviene que lo platiques con el médico y consideres su suspensión.

Por último, me gustaría que leyeras esta última parte en la que hablaremos de estrategias básicas para el manejo de los niños con TDAH, estas son cosas que tú mismo puedes empezar a implementar en casa:

• 1 Evita ponerle etiquetas de “flojo”
• 2 No lo pongas en evidencia
• 3 No lo comparares con sus hermanos o el resto de la familia.
• 4 Resalta sus logros y éxitos obtenidos fomentando la repetición de los mismos.
• 5 Impúlsalos adolescentes a realizar actividades recreativas que les gusten o les parezcan interesantes.
• 6 Da orden a las actividades cotidianas.
• 7 Establece reglas muy claras y rutinas diarias.
• 8 Mantén la constancia en las reglas y los límites.
• 9 Trabaja con metas pequeñas en tiempos cortos.

Espero que esta lectura te haya servido. Te invito a mandar tus dudas y seguir informándote.